Muchas veces los países recorren su propia historia en el sentido contrario en el que lo está haciendo el resto del mundo....
H an pasado ocho días desde que un vendaval se llevó las tejas de varios salones del Instituto Agrícola La India, en zona rural del municipio de Landázuri, Santander. La emergencia, registrada el jueves pasado, tiene en serias dificultades a los más de 400 estudiantes que reciben las clases en la institución educativa.
“Hubo un vendaval que nos afectó la escuela, se dañaron salones y material didáctico”, relató María Isabel Cuadros, madre de familia.
En total, según Nelson Carrasco, rector de la institución, hay siete salones afectados, y también se presentan dificultades con el servicio de energía eléctrica. “El viernes que llegamos al colegio nos dimos cuenta que habían caído los árboles y nos dañaron el techo de cinco salones. Fue tan fuerte que se llevó las tejas de fibro-cemento que volaron y en otros dos salones más las tejas se corrieron y hay goteras y no se notaba el viernes porque no llovió, pero luego que llovió de nuevo fue que nos dimos cuenta”, dijo.
Pese a que la situación ha sido informada a la alcaldía local, el panorama en el centro educativo es el mismo, los salones permanecen con los techos dañados y alrededor de ellos se ven los grandes árboles que cayeron al suelo.
“Se cayeron muchos árboles, el pasado viernes yo informé al alcalde de Cimitarra de los daños y todo lo que había ocurrido, el m e dijo que iban a hacer lo posible por arreglar y la verdad hasta el momento no ha habido acciones para solucionar esto”, dijo el rector.
Esta redacción intentó contactar al alcalde de Landázuri, Marlon Ballén, pero no hubo respuesta.
La emergencia llevó a docentes y personal administrativo del colegio a buscar alternativas para evitar que los niños se queden sin sus clases mientras llega la ayuda al colegio, por ello los estudiantes de los seis grados afectados fueron reacomodados, mientras que otros sacaron sus pupitres y útiles para recibir clases en la cancha, al aire libre.
“Acomodamos a primaria en un sector y tenemos dos grados ya de los chicos más grandes rotando las clases en la cancha de la institución, al aire libre”, dijo el rector.
Cuando llueve, las clases deben ser suspendidas y enviar a los estudiantes a sus casas, “la situación es caótica, dimos prioridad a los de primaria pero los chicos de bachillerato reciben clases afuera, a la intemperie, sin ventiladores, sin nada, solo con sus sillas; si llueve nos toca enviarlos a la casa porque no podemos tenerlos así y si hace mucho sol igual, porque no se justifica que reciban las clases con temperaturas altas y sin un ventilador”, relató un docente.
La comunidad educativa, padres y estudiantes piden a la alcaldía que adelante los trabajos para restablecer la normalidad en las aulas de clases, “queremos que el alcalde venga y se apersone de la situación, no es justo que los niños estén recibiendo clases en esa forma, también hay unos hogares infantiles que funcionan acá mismo en el colegio y también están afectados”, dijo un padre de familia.